Triunfo en penales sobre Athletico Paranaense.
En un enfrentamiento cargado de tensión y emociones, Bolívar ha demostrado su fortaleza y valentía al avanzar a los cuartos de final de la Copa Libertadores de América.
En un enfrentamiento contra el titulado subcampeón, Athletico Paranaense, los celestes se alzaron con la victoria en una tanda de penales que mantuvo en vilo a los aficionados.
El escenario de la gesta fue el mítico estadio Arena da Baixada, ubicado en Curitiba, Brasil. Esta hazaña deportiva quedará grabada en la historia, en una noche donde Bolívar teñiría de celeste la competición continental.
Un desafío titánico y un resultado heroico
Los corazones latieron con fuerza mientras Bolívar se enfrentaba al poderío de Athletico Paranaense. La Academia se alzó ante un rival formidable que en el pasado había dejado su huella como subcampeón del torneo.
En un encuentro de altas tensiones, los celestes se desplegaron en el terreno de juego con un desempeño esforzado, demostrando una tenacidad y determinación encomiables.
Desde los primeros instantes del encuentro, los locales dejaron claro que no darían tregua. Bolívar supo enfrentar el embate, desplegando una estrategia que buscaba mantener el control del juego mediante pelotas largas y oportunas respuestas.
La respuesta no se hizo esperar: un disparo de José Sagredo generó la expectación, pero fue interceptado por Fernandinho, manteniendo la paridad.
En una fase crucial del partido, el reloj marcó el minuto 31 y el destino parecía sonreír a Paranaense. Agustín Canobbio, en una arremetida solitaria, descolocó a la defensa celeste y logró vencer las líneas de Bolívar, anotando el primer gol del encuentro.
Sin embargo, la polémica se instaló en el aire cuando, tras un análisis exhaustivo del VAR, se sancionó un penal a favor de los locales. Fernandinho convirtió con precisión, marcando el 1-0.
Un halo de esperanza se dibujó en el firmamento celeste antes del descanso, cuando Brian Bentaberry puso su empeño en un centro que Xico Da Costa convirtió en una asistencia magistral para Patricio Rodríguez, quien selló la red con una gran definición.
Sin embargo, la revisión del VAR dio paso a la controversia, y el gol fue anulado.
Persistencia y gloria en el segundo tiempo
La segunda mitad del encuentro se mantuvo a la altura de las expectativas, con Bolívar dispuesto a darlo todo en busca del empate.
La determinación celeste se hizo sentir cuando, en los primeros compases, se acercaron peligrosamente al área rival, generando jugadas claras que, lamentablemente, no culminaron en gol debido a una sólida defensa brasileña.
El dominio de Bolívar continuó ejerciéndose con tenacidad. José Sagredo se atrevió con un remate potente que rozó el arco de Paranaense en el minuto 63, dejando claro que la lucha estaba lejos de terminar.
Sin embargo, en un giro inesperado, un mal despeje de la defensa celeste permitió que el equipo local aprovechara la oportunidad. Vitoor, con una visión panorámica, dejó a Carlos Lampe sin opciones y marcó el segundo gol para Paranaense.
El Athletico Paranaense igualó el marcador global, y la tensión se elevó al máximo. A medida que el reloj avanzaba, la búsqueda del gol de la clasificación se volvía más intensa. A los 87 minutos, Canobbio intentó nuevamente poner a prueba a Lampe con un potente disparo, pero el arquero celeste respondió con maestría.
El desenlace épico: La Academia prevalece desde los doce pasos
El destino del partido se tejió desde el punto penal, un escenario que desató una montaña rusa de emociones para ambas escuadras y sus seguidores. Bolívar no flaqueó y mantuvo una eficacia implacable, sin fallar ni un solo tiro desde los doce pasos.
La Academia se erigió como protagonista de un histórico triunfo, eliminando al actual subcampeón de la Libertadores, quien se perfilaba como un candidato firme para llegar a la final.
El nombre de Bolívar resonará en los cuartos de final de la Copa Libertadores de América, y su logro quedará grabado en los anales del deporte.
La pasión, el esfuerzo y la valentía que caracterizan al equipo celeste han llevado a la hazaña que este martes pintó de celeste una noche épica en el estadio Arena da Baixada.