Luis Huanca, italiano e hijo de un paceño, impulsa ortodoncia 3D
El éxito del ortodoncista italiano Luis Huanca Ghislanzoni no se podría contar sin la historia de su padre, Daniel Macario Huanca Aruni, un paceño que salió de Bolivia en la época de la dictadura con el sueño de estudiar medicina.
Cinco minutos antes de terminar su ponencia “La ortodoncia personalizada 3D desde el tratamiento temprano hasta la retención”, Luis Huanca hace una pausa y cuenta que participar en la versión número 24 del Congreso Iberoamericano de Ortodoncistas, que se realizó la anterior semana en La Paz, tiene un significado especial.
Asegura que es un honor compartir su trabajo en la ciudad donde nació su progenitor. Revela que se siente muy feliz por rendir un homenaje a sus raíces.
“Él se fue hace 47 años atrás”, con esa frase Luis inicia la historia de su papá. Daniel Huanca, hijo de un comerciante de café en Coroico (La Paz), ahora tiene 68 años y salió del país en el año 1972, cuando Bolivia vivía en plena dictadura.
En La Paz, Daniel cursó un año de medicina, pero no pudo continuar porque un compañero de curso (hijo de un militar) le alertó que las universidades cerrarían sus puertas. Decidió buscar opciones en otros países, una de las primeras fue España. Sin embargo, en ese trajín conoció a unos sacerdotes de la ciudad de Bérgamo (Italia). Entonces, recibió el apoyo de estos curas para estudiar en este país europeo.
“Hizo seis años de medicina en Italia e hizo una especialidad de seis años para ser cirujano. Él realizó todos los exámenes para convertirse en un cirujano, pero por la ley (de Italia) no podía trabajar como médico ni como cirujano”, explica Luis y cuenta que la idea de su papá era terminar sus estudios para regresar a La Paz. “Pero nací yo y luego se vio que la situación política de Bolivia estaba un poquito movida, así que decidió quedarse”, añade.
Durante su trabajo, una muestra de las tomas en 3D.
Relata que de acuerdo con las leyes de ese país europeo, su papá no podía nacionalizarse como italiano si no cumplía el requisito de un año de trabajo, pero no podía ejercer un puesto laboral porque era extranjero. Ante esa contradicción, los sacerdotes crearon un oficio que sólo podía cumplir Daniel: un traductor de los 20 dialectos bolivianos. Luego de un año, obtuvo la nacionalidad, pero conseguir un puesto como médico fue más complicado.
Y por azares del destino, Daniel Huanca dedicó toda su carrera al área de cirugía dental. “Era la posibilidad que tenía de trabajar en ese tiempo. Justo antes de mi nacimiento, él hizo un voluntario de las Naciones Unidas, cuando ocurrió el conflicto de Vietnam y Camboya (…) Y de alguna manera ha sido obligado, forzado a ser odontólogo”, dice.
El nombre de Luis Tomás Huanca Ghislanzoni es uno de los más extraños en Italia, no sólo por su apellido paterno, sino también porque lleva los apellidos de ambos progenitores.
“Cuando nací, mi papá no era italiano, era aún boliviano. De acuerdo con la ley italiana se lleva sólo un apellido, pero él insistió para que me pongan los dos apellidos como ocurre en Bolivia”, dice.
Las razones para pedir que se respeten ambos apellidos fueron dos: una por la forma boliviana y la otra para que sea reconocido como italiano.
Luis conoció Bolivia cuando tenía 17 años. Antes de arribar al país se preparó con meses de anticipación, se hizo crecer el pelo y compró un poncho porque creyó que esta prenda era muy usada por todos los pobladores de La Paz. “Y aquí nadie tiene poncho”, dice entre risas.
Volvió recientemente después de visitar 57 países. Ahora es uno de los únicos ortodoncistas en el mundo que maneja todo el proceso de la ortodoncia en 3D.
El cirujano Daniel Huanca Aruni, junto con su equipo.
“La profesión médica está evolucionando en la tecnología. (El método 3D) es muy costoso, pero facilita muchísimo el trabajo de ortodoncistas”, comenta sobre la tecnología que impulsa y presenta en el mundo. “Muchos colegas hacen una o dos cosas en ortodoncia con 3D, pero yo realizo todo porque me gusta la tecnología. Es una de mis pasiones. No tomo ninguna impresión clásica”, destaca.
Ser un expositor e impulsor en el mundo de una innovación en una de las áreas médicas de la ortodoncia, representa también varios de los sueños de su papá.
“Sin que él me ordenara, hice muchas cosas que él habría querido cumplir como profesional”, comenta. Y es que para Luis su papá es un ejemplo y una fuente de inspiración.
Pagina Siete.