«Bolivia se nos muere»: el eco del discurso de Paz Estenssoro revive en el homenaje a Oruro

La histórica frase resuena en una ceremonia que evocó las luchas mineras y la gesta libertaria de 1781

Domingo, 9 de febrero de 2025 (FmBolivia).- El histórico discurso pronunciado por el entonces presidente Víctor Paz Estenssoro el 29 de agosto de 1985, cuando afirmó que “Bolivia se nos muere”, resonó en la sesión de honor realizada este domingo en homenaje a los 244 años de la gesta libertaria de 1781 liderada por Sebastián Pagador, Jacinto Rodríguez y otros héroes orureños. El Teatro Internacional, con capacidad para 5.000 personas, fue el escenario elegido para la conmemoración.

Prensa Libre

La ceremonia incluyó una representación artística a cargo del Ballet Folklórico Mi Patria, que evocó la lucha histórica de los mineros y las palliris (mujeres indígenas trabajadoras), mientras el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca observaban desde la testera, junto al gobernador de Oruro, Jhonny Vedia. Sin embargo, sus expresiones de indiferencia contrastaron con la emotividad del momento.

“Estimados conciudadanos, la patria se nos está muriendo y es preciso no eludir ningún recurso para un tratamiento de emergencia que detenga el desenlace. Entiéndaseme bien, Bolivia, como regazo de nuestra vida y polvo final de nuestra muerte: con gran dolor para todos, Bolivia se nos muere”, se escuchó en la introducción, recordando las palabras de Paz Estenssoro. Con esa frase, el expresidente justificó la aplicación del Decreto Supremo 21060, que frenó la hiperinflación de aquel entonces —que alcanzaba el 20.560%— pero también implementó medidas neoliberales duramente criticadas, como la relocalización masiva de mineros.

El número teatral continuó con una cueca estilizada al ritmo de Los mineros volveremos , de César Junaro, interpretada por el icónico grupo Savia Nueva. En escena, un hombre y una mujer simularon una protesta de los mineros de 1985. “Necesitamos hacer valer nuestros derechos, queremos que nos dejen pasar, queremos el diálogo con el Gobierno; porque volver es perderlo todo”, exclamó la mujer, reflejando el sentir de aquella época marcada por la resistencia y las demandas sociales.

El cuadro escénico culminó con El Bailecito de Emergencia , de Luis Rico, cuya letra resuena con fuerza: “Con el ceño bien fruncido dijo caliente un minero, si no me dan lo que pido, así me quedo hasta enero”. La escena se cerró con el sonido de protestas en Calamarca y el vuelo rasante de aviones militares, evocando los momentos de tensión vividos durante la aplicación de las medidas económicas.

Minutos antes de la representación artística, el presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, Rómulo Villca, entregó presentes a las autoridades nacionales. Al presidente Arce le obsequió un atuendo tradicional uru chipaya, mientras que al vicepresidente Choquehuanca le regaló una estatuilla de la Virgen del Socavón, patrona de los mineros y símbolo central de la festividad más importante de Oruro: el Carnaval.

Este homenaje sirvió como un recordatorio de la historia de lucha y resistencia que define a Oruro y al país, pero también como una invitación a reflexionar sobre los desafíos actuales que enfrenta Bolivia. Las palabras de Paz Estenssoro, aunque pronunciadas hace casi cuatro décadas, parecen mantener su vigencia en un contexto donde los debates sobre la economía, los derechos laborales y la identidad nacional siguen siendo centrales.

Mientras tanto, la celebración de la gesta libertaria de 1781 y la evocación de las luchas mineras de 1985 dejaron claro que el legado de estas batallas sigue vivo en el imaginario colectivo boliviano, interpelando tanto al presente como al futuro.