
Relator de la ONU insta a Bolivia a no permitir minería en áreas protegidas
- David R. Boyd defiende los derechos humanos y ambientales frente a las demandas del sector cooperativista aurífero
El Relator Especial de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente, David R. Boyd, ha alzado su voz en un llamado enfático a Bolivia y al mundo entero, en respuesta a las movilizaciones protagonizadas por el sector cooperativista aurífero. El mensaje del alto funcionario de la ONU es claro: la minería en áreas protegidas debe ser inaceptable en cualquier circunstancia.
«Nunca debe permitirse la minería en zonas protegidas. Esto viola el derecho humano a un medio ambiente limpio, sano y sostenible, y en el caso de Bolivia, también viola los derechos de la madre naturaleza,» escribió Boyd en su cuenta oficial de Twitter (@SREnvironment).
La postura del Relator Especial se enmarca en un contexto de tensión y disputa entre los mineros cooperativistas y las instituciones gubernamentales. En su manifiesto, la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas de Bolivia (Contiocap) denuncia la complicidad del sector aurífero minero con entidades como la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) y el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), señalando la vulneración de los derechos de los pueblos indígenas y áreas protegidas.
Entre las demandas de los cooperativistas, destaca la búsqueda de «seguridad jurídica para las cooperativas» como respuesta a lo que consideran «avasallamientos» y minería ilegal. También exigen la defensa de los derechos mineros frente a las acciones populares y rechazo a la suspensión de los trámites por parte de la AJAM, así como la emisión de Certificados de Compatibilidad y Uso de Suelos (CCU) a favor de las cooperativas.
La Contiocap, por su parte, cuestiona la paradoja de que los mineros busquen seguridad jurídica mientras vulneran la Constitución Política del Estado y los Convenios Internacionales. En sus palabras, «los únicos que no tenemos seguridad jurídica somos los pueblos indígenas, las Áreas Protegidas y la Madre Tierra, mientras ellos, los mineros, quieren apropiarse y destruirlo todo».
Otro punto de discordia se relaciona con la anulación de una resolución administrativa emitida por la AJAM, que otorga validez a los CCU emitidos por el Sernap en áreas protegidas. La cooperación internacional, en este caso, Alemania, está destinando fondos para reducir los impactos de actividades extractivas en el Parque Nacional Madidi, pero los mineros insisten en que las certificaciones otorgadas por el Sernap les permitan realizar minería aurífera en estas áreas.
Los mineros cooperativistas también buscan la aprobación de sus contratos mineros por la Asamblea Legislativa y la AJAM, así como un incremento de 5,000 cuadrículas de áreas mineras por parte de la Corporación Minera de Bolivia, lo que implicaría la apropiación de 125,000 hectáreas adicionales. Además, solicitan la condonación de deudas por parte de la Caja Nacional de Salud.
A pesar de considerarse el «primer sector exportador» de Bolivia, los mineros cooperativistas enfrentan críticas por su incapacidad de cubrir sus costos de seguro de salud, y buscan normas que los eximan de pagar impuestos, amparándose en la Ley de Cooperativas. La Contiocap señala que, a pesar de su fortaleza en la minería, evitan pagar impuestos como el IVA, IT y IUE, que otras empresas formales o pequeñas y medianas empresas sí aportan.
Las tensiones han llegado a su punto máximo, con los mineros cooperativistas sitiando la ciudad de La Paz durante dos días y amenazando con bloqueos de carreteras si sus demandas no son atendidas. Anuncian una reunión con el presidente Luis Arce para el próximo lunes, afirmando tener «importantes avances» con el Sernap, el Ministerio de Minería y el Ministerio de Medio Ambiente y Agua. El futuro de la minería en áreas protegidas de Bolivia pende de un delicado equilibrio entre los intereses económicos y la protección del medio ambiente y los derechos de los pueblos indígenas.