
Trabajadores del Hospital de Clínicas inician paro de 72 horas exigiendo destitución del director; autoridad del Sedes ratifica su posición
- Semana de protestas desata preocupaciones por atención a pacientes con cáncer y desencuentros entre trabajadores y autoridades de salud.
En un movimiento contundente, los empleados del prestigioso Hospital de Clínicas dieron inicio a un paro de 72 horas el martes, con un único y resonante clamor: la destitución inmediata del director, Jhonny Ayllón. Mientras tanto, desde el Servicio Departamental de Salud (Sedes) de La Paz, se reafirma la postura de respaldo a esta figura cuestionada.
La semana se tiñe de incertidumbre y tensión en el complejo hospitalario mientras los trabajadores hacen valer sus demandas, incluso en medio de la atención a casos de emergencia. En el corazón de esta disputa, los familiares de pacientes aquejados por el cáncer han alzado su voz, urgiendo por la reanudación de los servicios médicos que tan crucialmente necesitan.
Las palabras del director del Sedes, Prisley Riveros, resonaron en el aire cuando, junto con Ayllón y los directores de los centros de salud del complejo Miraflores, abordó el porqué no es viable destituir a la cuestionada autoridad del Hospital de Clínicas. Para Riveros, la maniobra presentaba un riesgo inminente, capaz de desestabilizar por completo el proceso administrativo en curso.
Refrescando la memoria de los observadores, el director del Sedes recordó su previa reunión con los líderes sindicales de los trabajadores. Sin embargo, no ocultó su decepción ante la intransigencia que identificó en este grupo representativo, al que acusó de desencadenar una «desestabilización» en toda la labor realizada hasta ahora.
Por parte de los representantes del personal médico y de enfermería, surge una constante y firme denuncia hacia Ayllón. Acusan al director de llevar a cabo una gestión administrativa insatisfactoria, a lo que suman un trato inadecuado y despectivo hacia los propios trabajadores. Los argumentos son contundentes y pintan un panorama sombrío en torno a la dirección actual.
A medida que las horas avanzan en este paro de 72 horas, el director del Sedes no puede ocultar su preocupación ante las consecuencias. Las cifras son desalentadoras: alrededor de 1.500 consultas en riesgo, 220 cirugías pendientes que deberán ser reprogramadas y una serie de estudios médicos como tomografías y ecografías que se ven afectados por esta medida de fuerza.
El panorama sigue siendo incierto en el Hospital de Clínicas mientras los trabajadores mantienen su firme postura y las autoridades de salud defienden su decisión. La atención médica, en especial para aquellos luchando contra el cáncer, pende en la balanza, mientras la ciudadanía observa con ansiedad y esperanza una resolución que traiga calma a un centro de salud que lucha por recuperar su estabilidad.