
Sigue sin humo blanco en el Vaticano y crecen las dudas: ¿qué pasa si el cónclave se alarga?
Tras dos fumatas negras en menos de 24 horas, el mundo vuelve a mirar con incertidumbre hacia la Capilla Sixtina.
El Vaticano sigue sin nuevo Papa. Este jueves, en el segundo día del cónclave, se repitió la escena del miércoles por la tarde: humo negro saliendo de la chimenea instalada sobre la Capilla Sixtina. Es la señal de que los cardenales aún no alcanzan el consenso necesario para elegir al próximo líder de la Iglesia Católica.

La espera empieza a incomodar. Y no es para menos: los dos últimos cónclaves fueron rápidos. En 2005, Benedicto XVI fue elegido en menos de 24 horas. En 2013, el papa Francisco necesitó solo cinco votaciones. Pero ahora, tras dos señales negativas, se abre otra narrativa: la de una elección incierta.
Aunque la demora genera expectativas, en el Vaticano nada queda al azar. Si no hay resultado el viernes ni el sábado, el domingo se activará una pausa obligatoria. Así está escrito en las normas: los cardenales deberán detener las votaciones y tomarse un respiro. “El Espíritu Santo, dicen, también necesita silencio”.
Mientras tanto, miles de fieles siguen reunidos en la plaza de San Pedro, mirando al cielo y esperando ese momento en que, por fin, el humo blanco anuncie un nuevo pontificado.