Campesinos anuncian bloqueo de caminos desde el 16 de septiembre exigiendo renuncia de Arce y Choquehuanca
- El sector acusa a los mandatarios de dividir a las organizaciones sociales y de una mala gestión económica.
En un ampliado realizado este sábado, la Federación Departamental de Campesinos Tupak Katari ha decidido iniciar un bloqueo de caminos a partir del 16 de septiembre, exigiendo la renuncia del presidente Luis Arce y del vicepresidente David Choquehuanca. Los campesinos señalan que ambos líderes no solo han fracturado a las organizaciones sociales, sino también han llevado a la economía del país a un estado crítico, demostrando, según ellos, una incapacidad para gobernar.
Esta determinación llega tras varios episodios de conflicto, incluyendo una movilización reciente en la ciudad de La Paz, donde el mismo sector intentó recuperar su sede sindical, tomada desde julio por dirigentes afines al ala “arcista”. En aquella ocasión, los enfrentamientos con la Policía fueron intensos, mostrando la creciente tensión entre los campesinos y el gobierno.
David Mamani, máximo representante de la Federación Tupak Katari, negó cualquier alineación de su organización con las facciones “evistas” o “arcistas”, reafirmando que su lucha es independiente y responde a las demandas legítimas del campesinado. «No somos ni evistas ni arcistas, somos campesinos que defendemos nuestra dignidad», señaló en su discurso.
Además, Mamani hizo un llamado a la población para que aproveche la semana previa al inicio del bloqueo para abastecerse de productos de primera necesidad, advirtiendo que las medidas de presión se intensificarán a partir del lunes 16 de septiembre.
Entre otras resoluciones, los campesinos también decidieron desconocer la autoridad de Juan Carlos Huarachi, ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), y de Lucio Quispe, líder de la confederación de campesinos afín al gobierno. Asimismo, aprobaron la expulsión simbólica del vicepresidente David Choquehuanca, a quien acusaron de traicionar a la nación aymara, un acto que, según ellos, no puede ser tolerado.
La tensión entre el gobierno y sectores sociales continúa escalando, y el bloqueo anunciado podría generar un impacto significativo en la vida diaria de los bolivianos si no se encuentran soluciones prontas a las demandas del sector campesino.