
Senado declara al Guardatojo como Patrimonio Cultural Inmaterial
- Reconociendo la Historia y Sacrificio de los Trabajadores Mineros
El Senado del Estado Plurinacional de Bolivia aprobó este miércoles la declaratoria del Guardatojo, emblemático casco minero, como Patrimonio Cultural Inmaterial.
Esta significativa resolución reconoce la profunda importancia histórica y cultural que este símbolo representa para los trabajadores mineros de la nación.
El proyecto de declaratoria fue presentado por el senador Hilarión Mamani, quien representa al sector minero de Potosí.
En su intervención, Mamani destacó la relevancia del Guardatojo como un símbolo que ha acompañado a los obreros y trabajadores mineros en momentos cruciales de la historia del país.
«El Guardatojo, como todos conocemos, es símbolo de los obreros, de los trabajadores mineros; con el Guardatojo se ha estado en los momentos difíciles, ha estado en las calles, haciendo respetar la democracia y en diferentes momentos históricos», enfatizó el legislador.
La declaración del Guardatojo como Patrimonio Cultural Inmaterial pasó por un riguroso proceso de revisión en la Comisión de Naciones Pueblos Indígenas Originario Campesino e Interculturalidad del Senado.
Durante esta fase, se consideraron las modificaciones recomendadas por el Órgano Ejecutivo, lo que subraya el compromiso del Gobierno en asegurar que esta designación refleje adecuadamente la riqueza cultural y simbólica del Guardatojo.
Como resultado de esta declaratoria, se establece que el Órgano Ejecutivo, en colaboración con los ministerios de Cultura y Minería, junto a las Entidades Territoriales Autónomas pertinentes, asumirá la responsabilidad de formular políticas destinadas a la difusión y revalorización del Guardatojo como símbolo fundamental en la historia de Bolivia.
Esta medida busca preservar y perpetuar el legado de los trabajadores mineros y su contribución a la construcción de la nación.
La aprobación de esta declaratoria representa un hito en la protección del patrimonio cultural e inmaterial de Bolivia, honrando a aquellos que, a lo largo de la historia, han dedicado sus vidas al trabajo en las minas y han luchado incansablemente por la democracia y los derechos laborales.
El Guardatojo se convierte así en un símbolo vivo de la resiliencia y la determinación del pueblo boliviano.