Periodista y camarógrafo de Unitel son brutalmente agredidos durante cobertura en Cotapachi

  • Paola Cadima y Juan Rodo Adrián sufrieron golpes, amenazas y robo de equipo mientras informaban sobre el rechazo al traslado de basura

La mañana del lunes 5 de mayo se convirtió en una jornada de violencia para la periodista Paola Cadima y su camarógrafo Juan Rodo Adrián, integrantes del equipo móvil de la cadena Unitel, quienes fueron atacados salvajemente por un grupo de choque que defiende el depósito de residuos en Cotapachi, municipio de Quillacollo.

Prensa Libre

Los hechos ocurrieron entre las 13:30 y las 14:30 horas, cuando ambos profesionales realizaban una cobertura sobre los bloqueos vecinales que rechazan el traslado de basura desde Cochabamba hacia esa zona. Mientras transmitían imágenes desde un edificio en construcción, fueron descubiertos por aproximadamente 200 personas que los rodearon y atacaron sin piedad.

Durante el enfrentamiento, dos mujeres provenientes de Colcapirhua buscaron refugio junto al equipo periodístico. Según relató Cadima, “las señoras oraban en quechua y nos pedían que no las soltáramos. Velé por la humanidad de esas mujeres y no las abandoné”.

A pesar de que Cadima intentó hacer valer su condición de periodista, fue sometida a una brutal golpiza. Recibió golpes en varias partes del cuerpo, fue tocada en sus partes íntimas y le arrebataron dos teléfonos móviles. Uno de ellos fue recuperado por su camarógrafo, pero el otro, junto con el micrófono, quedó en poder de los atacantes. Además, presenta un hematoma en la pierna izquierda y dolor en el costado del abdomen.

Por su parte, el camarógrafo Juan Rodo Adrián sufrió hematomas en las costillas, el brazo y el muslo izquierdo. Mientras protegía su equipo de filmación, fue atacado a patadas y puñetazos, en un intento evidente por despojarlo de los instrumentos de trabajo.

El escenario era de caos total. Previo a la agresión física, los atacantes ya habían lanzado un fulminante de dinamita —que no llegó a estallar— y amagado con machetes. La presencia del equipo de prensa generó una reacción violenta de los manifestantes, muchos de ellos en estado de ebriedad, según describió Cadima por el olor a alcohol en su aliento y la apariencia de sus ojos enrojecidos.

Este acto de violencia contra la prensa ha generado una inmediata respuesta institucional. La Asociación Nacional de la Prensa (ANP) exigió a la Fiscalía que inicie una investigación de oficio para identificar a los responsables y aplicar las normativas vigentes sobre protección al ejercicio periodístico y defensa de la mujer.

El ataque a Cadima y Adrián no solo vulnera derechos fundamentales, sino que también representa un grave retroceso en la garantía de libertad de expresión y acceso a la información en Bolivia. Que un equipo de prensa sea atacado mientras cumple con su labor informativa es un hecho que debe ser sancionado con todo el peso de la ley.