
María Galindo denuncia inoperancia en la planta procesadora de papa de El Alto: «No hay producción, solo fachada»
- La activista ingresó a la fábrica, inaugurada con bombo y platillo por el gobierno en 2024, y encontró equipos sin estrenar, mobiliario importado y ausencia de producción.
En una inspección sorpresa a la planta procesadora de papa en la ciudad de El Alto, la activista María Galindo evidenció que la fábrica, una de las obras emblemáticas inauguradas por el presidente Luis Arce en 2024, no está operando. La planta, administrada por la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), fue presentada en septiembre del año pasado como un símbolo del impulso a la soberanía alimentaria, pero hoy parece ser un elefante blanco más.

«Yo he ido y no está funcionando la planta; no había nadie, salvo dos policías», denunció Galindo, quien ingresó al lugar junto a su equipo para verificar el estado de la infraestructura. «No se ha ni sacado las sillas de su bolsa, todo el mobiliario es importado», agregó, evidenciando que incluso las balanzas y otros equipos aún permanecen en sus cajas, sin ser utilizados.
La planta, que requirió una inversión superior a los Bs 162 millones, fue inaugurada en septiembre de 2024 con un acto protocolar en el que el presidente Arce y trabajadores de la industria presentaron productos como puré de papa y papas fritas congeladas. Sin embargo, la visita de Galindo reveló una realidad muy distinta: la fábrica está prácticamente vacía y sin actividad.
«Una fábrica estatal tiene que producir, tiene que ser productiva, no se trata de agarrar y decir ‘he hecho’ cuando no hay nada», criticó la activista, quien también señaló que el gerente de la planta habría escapado al conocerse su visita.
Ante las acusaciones, Emapa no brindó explicaciones concretas sobre los motivos de la inoperancia, pero extendió una invitación a Galindo para que realice una nueva visita, «con todos los protocolos de seguridad», y pueda verificar «de primera mano» la producción que, según la empresa, sí se estaría llevando a cabo.
Mientras tanto, la denuncia de Galindo ha encendido las alarmas sobre el destino de los recursos públicos invertidos en este proyecto, que prometía ser un motor para la economía alteña y nacional, pero que hoy parece estar lejos de cumplir con las expectativas generadas.