
Eva Copa arremete contra el evismo y reafirma su compromiso con El Alto en su 40 aniversario
- La alcaldesa criticó a concejales afines al evismo y destacó el papel decisivo de la ciudad en las próximas elecciones presidenciales.
En una sesión cargada de simbolismo y emotividad, la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, conmemoró los 40 años de fundación de la ciudad con un discurso contundente que mezcló la defensa de su gestión, críticas al evismo y un llamado a la unidad alteña de cara a las próximas elecciones presidenciales.

“Nosotros como Gobierno Municipal no hacemos museos para palomas, nosotros no trabajamos para el jefe, nosotros trabajamos por el pueblo y para el pueblo y nos vamos a levantar”, afirmó Copa durante su intervención en la Sesión de Honor. La burgomaestre enfatizó que su administración está enfocada en “el bien del pueblo alteño” y no en proyectos que, a su juicio, carecen de impacto social.
Las declaraciones de la autoridad surgieron luego de un tenso momento en el que una concejal afín al Movimiento Al Socialismo (MAS) habría mostrado gestos de desaprobación mientras Copa enumeraba las obras realizadas en su gestión. “Yo no sé de qué se ríe la concejal, porque yo no sabía que había concejales del Frente Para la Victoria (FPV). Hay que tener dignidad, ética, hay que tener valor”, cuestionó la alcaldesa, en un claro mensaje dirigido a sus opositores internos.
Además de las críticas, Copa aprovechó la ocasión para resaltar el papel decisivo de El Alto en las elecciones presidenciales de agosto, que definirán el rumbo del país. “En esta ocasión, El Alto va a definir quién los va a gobernar y dónde queremos ir como país. Así que pensamos en lo que queremos ser como ciudad de El Alto”, subrayó, reforzando la idea de que la ciudad se ha convertido en un bastión político clave para el futuro de Bolivia.
Con un discurso que combinó firmeza y emotividad, Eva Copa no solo reafirmó su compromiso con la ciudad que gobierna, sino que también envió un mensaje claro a sus adversarios: El Alto no será un escenario para proyectos vacíos, sino un espacio de lucha y construcción colectiva.