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La crisis de los hidrocarburos en Bolivia: Producción en caída, importaciones crecientes y falta de dólares

El deterioro en el sector de hidrocarburos y las soluciones propuestas para revertir la situación.

5 de agosto de 2024 (FmBolivia).- En los últimos días, la crisis de los hidrocarburos en Bolivia ha alcanzado un nuevo nivel de gravedad. A las largas filas para adquirir diésel se han sumado bloqueos por parte de transportistas y una creciente incertidumbre sobre la continuidad en la provisión de combustibles. En poco más de un año, el perfil hidrocarburífero de Bolivia ha cambiado drásticamente: produce cada vez menos y compra cada vez más. Esta situación se agrava con la falta de dólares, lo que revela una falta de inversión en exploración de hidrocarburos por parte del Estado.

El problema en detalle

Para entender la magnitud de la crisis, basta con considerar un ejemplo simple: una máquina de coser que, por falta de mantenimiento y renovación, deja de funcionar. De manera similar, la falta de exploración y la ausencia de nuevos pozos han reducido la producción de hidrocarburos en Bolivia, afectando tanto la exportación como el abastecimiento interno y la disponibilidad de dólares.

Bolivia ha pasado a ser un país importador de hidrocarburos y la situación podría empeorar. “A fines de año, el país será importador de Gas Licuado de Petróleo (GLP) y desde 2029, de gas natural,” advierte el exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos.

Caída en la producción de hidrocarburos

Raúl Velásquez, experto en hidrocarburos de la Fundación Jubileo, destaca que la producción de hidrocarburos líquidos en Bolivia ha disminuido en un 53% desde 2015. En ese año, Bolivia producía cerca de 63.000 barriles diarios, mientras que a julio de este año la cifra ha caído a 28.600 barriles por día.

La caída se debe a varios factores, entre ellos la política hidrocarburífera que subsidia los precios para el consumidor, la falta de incentivos para la exploración y la ausencia de una nueva ley sectorial. Esto ha resultado en el agotamiento de reservas y un parque automotor en constante expansión, que ha crecido de 490.000 vehículos en 2003 a 2.500.000 en 2023.

Impacto de la falta de dólares

La falta de exploración no solo contribuye a la escasez de combustibles, sino también a la carencia de dólares. La disminución en la exportación de gas natural ha reducido el ingreso de divisas, complicando la compra de combustibles en el mercado internacional. Velásquez explica que Bolivia necesitará importar 3.500 millones de dólares en combustible este año, una cifra que se elevará a 5.500 millones en 2029.

La subvención del combustible

El sistema de subsidios al combustible en Bolivia, vigente desde hace 20 años, también agrava el problema fiscal. El Estado subvenciona dos tercios del precio del combustible, lo que ha generado un enorme déficit fiscal. La caída en la producción de gas natural y la reducción en las exportaciones han dejado al país sin suficientes ingresos para cubrir este gasto.

Soluciones a corto y largo plazo

Para abordar la crisis, Álvaro Ríos y Raúl Velásquez sugieren varias medidas. A corto plazo, permitir al sector privado la importación de combustible para autoconsumo podría aliviar la situación. Sin embargo, obtener permisos para ello es complicado.

A largo plazo, es crucial fomentar la exploración a través de una nueva ley de hidrocarburos que incentive la participación de empresas petroleras internacionales. Velásquez también sugiere implementar políticas de ajuste estructural para incentivar la exportación y asegurar el flujo de divisas.

La crisis actual exige una acción inmediata para evitar un deterioro aún mayor y asegurar la estabilidad económica del país.