Tribunal de Ética absuelve a Brújula Digital y Raúl Peñaranda en demanda interpuesta por Carlos Gill

  • El fallo respalda el rigor periodístico de Peñaranda y desestima las acusaciones de malicia en las publicaciones sobre el empresario.

El Tribunal Nacional de Ética Periodística (TNEP) emitió un fallo favorable al director de Brújula Digital, Raúl Peñaranda, tras una demanda presentada por el empresario Carlos Gill, propietario del diario La Razón. La resolución determinó que las notas periodísticas cuestionadas cumplieron con los estándares de verificación y equilibrio informativo, rechazando así los reclamos de Gill, quien alegó que las publicaciones lo vinculaban injustamente al MAS y al chavismo.

Prensa Libre

Controversia por dos publicaciones

La demanda se centró en dos artículos de Brújula Digital:

  1. «Claure admite que es socio de Carlos Gill en una empresa de litio», donde se menciona que Gill es «un empresario considerado cercano al MAS en Bolivia».
  2. «Marcelo Claure y Carlos Gill crearon una empresa de energía en España», que incluye la frase: «Carlos Gill es un empresario que hizo negocios con el chavismo».

El abogado de Gill, Yesid Jacobs, argumentó que estas afirmaciones eran «maliciosas y carentes de respaldo», acusando a Peñaranda de no buscar la versión de su cliente y de intentar dañar su reputación. Sin embargo, el Tribunal destacó que Peñaranda demostró la veracidad de los datos publicados mediante múltiples fuentes y documentos, incluyendo intentos fallidos de entrevistar a Gill, respaldados con capturas de WhatsApp.

Fundamentos del fallo

El TNEP resolvió que:

  • No hubo errores ni imprecisiones en las notas investigadas.
  • No se probó intención dolosa en las publicaciones.
  • Se recomendó a Peñaranda ofrecer nuevamente el derecho de réplica a Gill, aunque ya lo había hecho previamente.

Además, el Tribunal rechazó otros 11 casos presentados por Gill contra Peñaranda, ya que su reglamento solo permite analizar denuncias de los últimos seis meses. Entre estos descartes figuraban menciones a un libro publicado hace más de una década (Control Remoto), columnas de otros periodistas e incluso noticias sobre despidos en La Razón, lo que Peñaranda calificó de «casos jocosos» por su falta de sustento.

Un respaldo al periodismo de investigación

El fallo refuerza la importancia de contrastar fuentes y garantizar el derecho de réplica, al tiempo que valida el trabajo de Peñaranda. «El periodista ha demostrado verosimilitud en sus investigaciones», señala el documento, subrayando que las afirmaciones sobre Gill estaban respaldadas por antecedentes públicos.

Este caso marca un precedente sobre los límites de las demandas contra medios y reafirma la necesidad de defender el rigor informativo frente a presiones empresariales.