
Largas filas y desabastecimiento de combustible marcan el inicio de actividades tras el Carnaval
- Cochabamba, Santa Cruz y La Paz enfrentan escasez de diésel y gasolina, mientras transportistas y conductores exigen soluciones inmediatas al Gobierno.
Tras el feriado largo por Carnaval y en pleno miércoles de ceniza, la falta de combustible en las estaciones de servicio de Bolivia sigue generando caos y malestar en la población. Largas filas de vehículos, tanto de transporte pesado como liviano, se han vuelto una escena común en Cochabamba, Santa Cruz y La Paz, donde los surtidores permanecen sin diésel ni gasolina, según reportó UNITEL.

En Cochabamba, la avenida Blanco Galindo se ha convertido en un punto crítico, donde camiones, buses y otros motorizados forman filas interminables. Muchos conductores han tenido que pasar la noche en sus vehículos, esperando que llegue el combustible. Los representantes del transporte pesado habían dado un plazo al Gobierno hasta este miércoles para normalizar el abastecimiento, advirtiendo que, de no cumplirse, tomarían medidas.
En Santa Cruz, la situación no es diferente. En la zona del Nuevo Palmar, al sur de la ciudad, dos largas filas de vehículos esperan infructuosamente: una para diésel y otra para gasolina. Sin embargo, el surtidor no cuenta con los carburantes, lo que ha generado frustración entre los conductores. Mientras tanto, carros cisternas permanecen estacionados frente a la Refinería de Palmasola, a la espera de poder descargar el combustible, sin que se conozcan las razones del retraso.
En La Paz y El Alto, la escasez también es evidente. Las estaciones de servicio han agotado sus reservas debido a la alta demanda de los últimos días. Operadores de surtidores han colocado conos en los ingresos para indicar que no cuentan con combustible, mientras la incertidumbre crece entre los conductores, quienes desconocen cuándo llegará la próxima cisterna con suministros.
Los conductores esperan que, en el transcurso del día, se regularice la situación, especialmente ahora que las actividades retoman su ritmo habitual tras el feriado. Sin embargo, la falta de información y la demora en el abastecimiento han generado un clima de tensión que podría escalar si no se encuentran soluciones inmediatas.
Mientras tanto, el Gobierno boliviano enfrenta el desafío de restablecer el suministro de combustible en todo el país, ante el reclamo de transportistas y la ciudadanía, que exigen respuestas claras y acciones concretas para evitar que esta crisis se prolongue.