Bolivia y Rusia, desde el gobierno de Evo Morales, mantienen una relación fluida y desarrollaron varios acuerdos en materia nuclear, militar, energía y salud principalmente. Los tratados en materia nuclear son secretos.
Comunidad Ciudadana (CC) demanda que se levante la confidencialidad de los convenios porque van en contra de la Constitución Política del Estado y no fueron revisados por el Tribunal Constitucional Plurinacional.
Morales admiraba a Putin y así lo hizo saber en su encuentro en julio de 2019 (foto principal) y en su gobierno se firmaron varios acuerdos bilaterales.
«Uso pacífico» de energía nuclear
El 6 de marzo de 2016, Bolivia y Rusia firmaron el «Acuerdo entre el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia y el Gobierno de la Federación de Rusia sobre la cooperación en el campo del uso pacífico de la energía nuclear» en el Alto.
El convenio en cuestión fue ratificado por la Asamblea Legislativa Plurinacional, instancia en la que el MAS tenía mayoría.
Dicho acuerdo tiene una cláusula de confidencialidad indefinida y ratificada en Bolivia por una ley aprobada el 12 de diciembre de 2017 que además asigna la competencia «exclusiva» de tecnología nuclear «con fines pacíficos» al nivel central del Estado y establece las condiciones para la construcción del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear (CIDTN).
El Centro de Medicina Nuclear y Radioterapia, como ahora se llama, será inaugurado por el presidente Luis Arce mañana en el distrito 8 de El Alto aunque los técnicos rusos estimaron que esta planta comenzará a operar desde 2024.
Rusia está orgullosa de esta megaobra encargada a la Rosatom. Es la primera vez que se construyó un centro de investigación nuclear y un reactor nuclear a más de 4 mil metros de altura sobre el nivel del mar.
El proyecto tiene un costo de 351 millones de dólares.
¿Qué pasa con los otros componentes del acuerdo marco firmado en 2016?
Es un misterio o al menos no se conoce con exactitud.
Quienes tuvieron acceso a los documentos señalan que el Estado boliviano le entregó el control de toda la cadena productiva lo que le genera una dependencia tecnológica.
Que se levante el secretismo
La senadora de Comunidad Ciudadana (CC), Cecilia Requena, está preocupada por la amenaza nuclear que hizo Rusia al mundo.
«Nosotros como Estado, violando nuestras propias normas, hemos otorgado dos tratados internacionales que básicamente le dan el control completo de la cadena, desde la prospección, minería, hasta los desechos de sustancias radioactivas a Rusia», denuncia.
Sólo los poderes ejecutivos de ambos países tienen acceso a esa información mientras el común de los mortales ignora los contenidos.
«Es inaceptable que Bolivia tenga un trato estratégico de exclusividad, secretismo, con un Estado que se ha vuelto paria precisamente por la amenaza nuclear», lamenta Requena.
Desde CC exigieron al gobierno de Luis Arce que levante el secreto sobre todo ahora que Rusia amenaza con ataques nucleares en medio de su invasión a Ucrania.
No hubo control de constitucionalidad
Su colega, Carlos Alarcón, observó dos tratados sobre tecnología nuclear que contradicen la Constitución Política del Estado y el Tribunal Constitucional no tuvo acceso a esos documentos como demanda la norma.
«El gobierno del expresidente Evo Morales de manera deliberada ha eludido el control previo antes de la ratificación de estos tratados por parte del Tribunal Constitucional Plurinacional» denunció.
Consideró que el contenido de ambos tratados es contrario al espíritu de paz, defensa de la vida y protección de los derechos humanos.
«Consideramos vital que el actual gobierno denuncie estos tratados, es decir que deje sin efecto la vinculación de Bolivia con estos tratados de tecnología nuclear porque son contrarios al espíritu actual de ese estado agresor (Rusia) que inclusive públicamente ha hecho amenazas de utilización de armas nucleares, pero principalmente porque se ha violado una norma constitucional» demandó.
Los legisladores opositores se refieren a dos documentos: «Acuerdo Marco de Cooperación en el campo del uso pacífico de la energía nuclear» y el acuerdo específico para la «Construcción del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear».
Cooperación militar
En septiembre de 2016, los ministerios de Defensa de ambos países firmaron un Convenio de Cooperación Militar con el objetivo de desarrollar la cooperación militar y fortalecer las relaciones de amistad mutua.
El acuerdo fue firmado entonces por los ministros de Defensa de la Federación de Rusia, Serguéi Shoigú y del Estado Plurinacional de Bolivia, Reymi Ferreira en el Foro Internacional Army 2016 que se realizó del 6 al 11 de septiembre en el ciudad rusa de Kubinka.
Entre los principales puntos del mencionado convenio se indica que las partes cooperarán en el ámbito militar sobre las bases de los principios de reciprocidad y de acuerdo a los objetivos y principios de la Carta de la Organización de Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros principios y normas del Derecho Internacional, obligaciones internacionales y legislaciones de cada uno de los Estados.
a) Intercambio de las opiniones sobre los aspectos político – militares de seguridad global y regional.
b) Desarrollo de las relaciones en la esfera de formación militar, medicina, historia, hidrografía, topografía, cultura y deporte en el ámbito militar.
c) Intercambio de experiencia en las actividades y la cooperación en las operaciones de mantenimiento de la paz bajo la protección de la ONU.
d) Intercambio de experiencia en temas de formación y adiestramiento del personal militar.
e) Otras áreas de la cooperación militar por acuerdo mutuo de las partes, indica el documento de entonces.
Ferreira explicó, según una nota de prensa del Ministerio de Defensa, que el acuerdo permite «la capacitación técnica, la posibilidad de enviar oficiales bolivianos a capacitarse en institutos y academias militares rusas, luego, la complementación, el adiestramiento, la transferencia de tecnologías, y en tercera instancia, compartir material bélico; esos son los tres objetivos del acuerdo».
Los siete acuerdos de 2019, interés por el litio
El 11 de julio de 2019, los presidentes Vladimir Putin y Evo Morales suscribieron siete acuerdos en Moscú en el Gran Palacio del Kremlin y son éstos:
- Acuerdo comercial entre las empresas PJSC Acron y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos con la participación del ministerio de Hidrocarburos.
- Memorándum de entendimiento entre la Autoridad de Fiscalización de Electricidad y el Servicio Federal de Supervisión Ambiental para la cooperación en el ámbito de la seguridad nuclear y radiológica en el uso de la energía atómica.
- Memorándum de entendimiento entre el ministerio de Energías, de Bolivia, y la Cooperación Estatal de Energía Atómica (Rosatom) de la Federación de Rusia sobre la cooperación para el desarrollo de la industria del litio.
- Memorándum de entendimiento entre el ministerio de Energías de Bolivia y el Ministerio de Energías de la Federación de Rusia referente a la cooperación en el sector energético.
- Memorándum de entendimiento entre el ministerio de Gobierno de Bolivia y la Oficina Ejecutiva del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia.
- Acuerdo de cooperación entre la Academia Diplomática Plurinacional del ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia y la Academia Diplomática del ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
- Acuerdo sobre cooperación entre el ministerio de Gobierno de Bolivia y el ministerio del Interior de la Federación de Rusia.
Negociación energética
En febrero de este año, el gobierno de Arce confirmó que negocia con Rusia un acuerdo para ejecutar proyectos sobre petróleo y gas natural y se prevé una reunión de la Comisión Intergubernamental Ruso-Boliviana de cooperación económica y comercial.
La cooperación «permitirá desarrollar proyectos conjuntos de exploración geológica, producción, transporte, procesamiento, purificación, almacenamiento y venta de petróleo y gas en Bolivia», informó el Ministerio de Hidrocarburos en un comunicado.
El anuncio surgió horas después de que el ministro de Energía de Rusia, Nikolái Shulguínov, revelara el resultado de un encuentro con el titular boliviano de Hidrocarburos, Franklin Molina, en la antesala a la Sexta Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Foro de Países Exportadores de Gas, en Doha, Qatar.
Las vacunas «confidenciales» Sputnik
El 30 de diciembre de 2020, el gobierno firmó un contrato con Rusia para el abastecimiento de 5,2 millones de dosis de la vacuna Sputnik-V para suministrarla de forma gratuita y voluntaria a la población boliviana como parte de la lucha contra la Covid-19.
Como ocurre con los contratos rusos, este también es confidencial.
Rusia a través del instituto Gamaleya incumplió dos veces el envío de la segunda dosis y amplió con supuestos estudios los periodos de aplicación. El Gobierno boliviano no sancionó a su proveedor.
El portavoz presidencial Jorge Richter deslizó que Bolivia pagó menos de 10 dólares por dosis. Con esta estimación, si cada vacuna habría costado a 9,99 dólares la unidad entonces se habría pagado la suma de $us 51.948.000.
El gobierno de Luis Arce evitó condenar a la invasión rusa en diferentes instancias internacionales pese a que la Constitución de Bolivia rechaza la guerra de agresión como mecanismo de solución de problemas.
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