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“Es desesperante”: avicultores temen perder sus granjas por la gripe aviar

“Es una situación desesperante porque el sacrificio de varios años se lo puede perder en cuestión de días. Estamos muy preocupados y hacemos lo posible para que el virus no llegue a las granjas”, afirma el avicultor Iván Carreón respecto a la presencia de la influenza aviar en Cochabamba, que afectó a más de 160 mil aves.

En menos de tres meses el sector avícola de la Llajta fue duramente golpeado por tres eventos causando pérdidas millonarias. El primero fue el paro en Santa Cruz por el censo, entre noviembre y diciembre de 2022, con cerco incluido, que mermó la provisión de insumos y alimentos para las aves; el segundo fue bloqueo por la detención del gobernador Luis Fernando Camacho, a principios de enero de 2023; y el tercero es la presencia de la influenza aviar que obligó a activar un plan de emergencia sanitaria para contener el virus y evitar que se propague a más municipios del país.

Son cuatro los municipios afectados por el virus: Sacaba, Quillacollo, Tiquipaya y Cliza. La primera alerta se dio el 25 de enero en dos granjas del municipio de Sacaba donde reportaron la mortandad de aves, por lo que se procedió al sacrificio de 160 mil pollos. En los demás municipios se registraron cinco brotes en aves de traspatio o granjas familiares. Son siete brotes en total. Estos cuatro municipios, por instrucción del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), están encapsulados, asumen cuarentena y reforzaron las medidas de bioseguridad.

Se estima que en Cochabamba, en los 47 municipios, existan más de 200 granjas entre grandes, medianas y pequeñas. La Asociación de Avicultores de Cochabamba (ADA) agrupa a 105 asociados, sobre todo grandes y medianos.

“Empecé a criar para comer su carne. Me gusta el pollo y huevo criollo porque es más alimento y su carne tiene más sabor. Pero, el alimento es caro y ya no tengo espacio. De a poco empecé a regalar mis pollos o nos lo fuimos comiendo con toda mi familia”, cuenta Trinidad. Hace un año dejó de criarlos por el alto costo e insumos. Además, su patio quedó pequeño y las aves vivían hacinadas.

Trinidad, al enterarse de la influenza que ataca a las aves, dijo estar tranquila y conforme con la decisión que tomó. “Quizás mis vecinos iban a pensar que el virus está en mi casa por todos los pollos que tenía. Eran un gasto”, asegura Trinidad.

Las hipótesis

No existe un informe oficial sobre cómo la gripe aviar ingreso al país y a Cochabamba, sólo manejan teorías o hipótesis. Los agropecuarios consideran que fue a través de los insumos y alimentos para aves que son importados de otros países. Los de ADA solicitan al Gobierno la provisión de vacunas para proteger a los pollos de las diferentes granjas de la Llajta y del país.

“Empecé a criar para comer su carne. Me gusta el pollo y huevo criollo porque es más alimento y su carne tiene más sabor. Pero, el alimento es caro y ya no tengo espacio. De a poco empecé a regalar mis pollos o nos lo fuimos comiendo con toda mi familia”, cuenta Trinidad. Hace un año dejó de criarlos por el alto costo e insumos. Además, su patio quedó pequeño y las aves vivían hacinadas.

Trinidad, al enterarse de la influenza que ataca a las aves, dijo estar tranquila y conforme con la decisión que tomó. “Quizás mis vecinos iban a pensar que el virus está en mi casa por todos los pollos que tenía. Eran un gasto”, asegura Trinidad.

Las hipótesis

No existe un informe oficial sobre cómo la gripe aviar ingreso al país y a Cochabamba, sólo manejan teorías o hipótesis. Los agropecuarios consideran que fue a través de los insumos y alimentos para aves que son importados de otros países. Los de ADA solicitan al Gobierno la provisión de vacunas para proteger a los pollos de las diferentes granjas de la Llajta y del país.

Granjas en crisis

Carreón, quien también es vicepresidente de ADA, comenta que desde hace 23 años se dedica a la crianza de pollos en la zona de El Paso en el municipio de Quillacollo. Estudió ingeniería en agronomía y el primer trabajo que tuvo fue en una granja. Esa experiencia laboral le agradó y le motivó a capacitarse. En cuestión de tres años pudo independizarse y abrir su propia granja. Comenzó con 10 mil pollos y actualmente tiene 140 mil para la crianza de carne y 30 mil ponedoras. Carreón, para evitar que el virus ingrese a su avícola y pierda “el capital e inversión de toda una vida”, ha intensificado los controles y medidas de bioseguridad.

“Se realizan fumigaciones en las mañanas y en las tardes se ha restringido el ingreso de personas extrañas, se fumigan las movilidades que ingresan y se siguen todo los protocolos de bioseguridad recomendados por el Senasag. Eso es todo lo que podemos hacer”, asegura el productor. Los avicultores son uno de los sectores agropecuarios más golpeados en los últimos meses. El primer golpe, según los productores, fue a finales de 2022 tras los bloqueos y movilizaciones en Santa Cruz que impidieron el traslado y comercialización de insumos para los animales como maíz, sorgo, soya y otros alimentos.

La segunda contingencia fue a finales de 2022 y principios de 2023 con el bloqueo en Santa Cruz que igualmente impidió la provisión de insumos.

El tercer golpe es el más duro para las avícolas cochabambinas porque viven en la incertidumbre con el temor de que el virus de la gripe aviar ingrese a sus granjas y pierdan la inversión y capital en aves, las cuales tengan que ser sacrificadas para controlar y evitar la expansión. “No creo que exista un avicultor que tenga la solvencia económica para poder resistir tantos desastres. En función a lo que vaya a pasar en adelante tendrán que ver qué hacer”, lamenta Carreón.

Por el momento, el sector avícola no tiene cuantificadas las pérdidas e impacto económico por la gripe aviar, ya que arrastra los efectos de los paros, bloqueos y el cerco a Santa Cruz.

“El último paro nos tomó de sorpresa porque ningún productor tomó sus previsiones. El maíz que estaba (el quintal) en 90 bolivianos terminamos comprando en 118. Justamente ese pollo que lo hemos criado en esa época de bloqueos ahora recién lo vamos a sacar. Lamentablemente, ahora cayó el precio del pollo y está 5 bolivianos menos por kilo y el costo de producción aumentó de 3,5 a 4 bolivianos por kilo”, explica Carreón.

Mientras que aquellas avícolas que sean afectadas por la influenza de las aves difícilmente podrán recuperarse, advierte el productor, ya que habrán perdido todo su capital e inversión en pollo. El presidente de la Cámara de Agropecuarios de Cochabamba, Rolando Morales, asegura que el mayor productor de pollo y huevo en el país es Santa Cruz por lo que la afectación por la influenza en aves, si es que hubiera, sería menor.

“Santa Cruz es el mayor proveedor de pollo y huevo. Cochabamba ocupa el 38% de provisión al mercado local y al occidente. Nosotros agrupamos a cientos de pequeños productores, pero están tan alejados del centro que no hemos tenido reportes, además ¿cómo podrían saber? Tendrían que reportarse muertes (de pollos) en grandes cantidades y eso no hemos tenido”, informa Morales.

Granjas de traspatio

¿Qué son las granjas de traspatio? Según el vicepresidente de ADA, Iván Carreón, “las aves de traspatio son, generalmente, las criadas en casa, en el campo. Las familias tienen unas cuantas gallinas y patos. Los crían en corrales o al aire libre, ésas son las de traspatio. No son en gran cantidad”.

Las granjas de traspatio son casi habituales en Cochabamba, sobre todo en las zonas rurales alejadas del centro de la ciudad y en las provincias. Su crianza, más que la comercialización, está destinada al consumo personal y familiar.

Es el caso de Trinidad Núñez, de 65 años, que desde hace cuatro años empezó a criar pollos y patos en el patio de su domicilio en Sivingani, en el sur extremo de Cochabamba. Compró una docena de pollitos bebé de granja y media docena de patitos. En menos de un año se multiplicaron. Al cabo de dos años tenía casi 50 pollos y patos no sólo los de granja, sino también de otras variedades y colores. El problema para Trinidad es que su corral quedó chico.

“Empecé a criar para comer su carne. Me gusta el pollo y huevo criollo porque es más alimento y su carne tiene más sabor. Pero, el alimento es caro y ya no tengo espacio. De a poco empecé a regalar mis pollos o nos lo fuimos comiendo con toda mi familia”, cuenta Trinidad. Hace un año dejó de criarlos por el alto costo e insumos. Además, su patio quedó pequeño y las aves vivían hacinadas.

Trinidad, al enterarse de la influenza que ataca a las aves, dijo estar tranquila y conforme con la decisión que tomó. “Quizás mis vecinos iban a pensar que el virus está en mi casa por todos los pollos que tenía. Eran un gasto”, asegura Trinidad.

Las hipótesis

No existe un informe oficial sobre cómo la gripe aviar ingreso al país y a Cochabamba, sólo manejan teorías o hipótesis. Los agropecuarios consideran que fue a través de los insumos y alimentos para aves que son importados de otros países. Los de ADA solicitan al Gobierno la provisión de vacunas para proteger a los pollos de las diferentes granjas de la Llajta y del país.
“Se ha restringido el ingreso de personas extrañas, se fumigan las movilidades que ingresan”.
Iván Carreón, avicultor
200
granjas
o avícolas, entre grandes, medianas y pequeñas, hay en Cochabamba, según cálculos.
“Santa Cruz es el mayor proveedor de pollo y huevo. Cochabamba ocupa el 38% de provisión local y occidente”.
Rolando Morales, CAC
7
brotes
se detectaron en la Llajta, 4 brotes en traspatios o corrales en Quillacollo, Cliza y Tiquipaya y 3 en Sacaba.

En La Cancha prolifera la venta de aves silvestres, de corral y traspatio

Los miércoles y sábados, días de feria en La Cancha, el mercado popular más grande de la ciudad de Cochabamba, se comercializan libremente aves silvestres, de corral y de traspatio. Hay pollos bebé, gallinas ponedoras, gallos de pelea, patitos bebé, patos adultos, pavos, loros y otras aves.

Algunos comerciantes tienen puestos fijos en los que las aves y otros animales domésticos viven encerrados o enjaulados con escaso alimento y bebida. La Intendencia Municipal y diferentes instituciones protectoras de animales han intentado cerrar estos negocios, pero la resistencia de los comerciantes ha sido mayor.

“Capaz alguna ave o gallina está con la influenza”, dice una mujer mientras circula por el sector de aves donde están apiladas en cajas y pequeños corrales, todas hacinadas.

Los días de feria algunas personas llegan del interior o de las provincias para vender sus aves de corral. Se asientan en la acera sur de la avenida Pulacayo, entre Barrientos y República. Las aves son transportadas en gangochos o cajas, tienen las patas y las alas atadas para evitar que huyan. Los pollitos bebé los venden desde un boliviano y las ponedoras, desde 20 bolivianos.

Pero las aves de traspatio o de corral no son las únicas portadoras del virus. El director nacional del Senasag, Javier Suárez, anunció la vigilancia epidemiológica a las lagunas y lagos donde arriban las aves migratorias porque ellas podrían haber transportado la Gripe H5.

“Aquellas personas que tengan aves de traspatio en sus casas, en sus patios deben tener las mínimas medidas de bioseguridad para evitar que tengan contacto con aves silvestres”, dijo Suárez. El viceministro de Defensa de los Derechos del Usuario y Consumidor, Jorge Trujillo, indicó que se realizan controles en la carne de pollo y huevos que se envían a los mercados del país.

El vicepresidente de ADA, Iván Carreón, enfatizó que es imposible que carne y huevo infectado lleguen a los mercados del país porque un ave contagiada muere en cuestión de 48 horas. Si por alguna razón la carne estuviese contaminada, dice el avicultor, el proceso de cocción de la carne de pollo mata a los virus que pudieran existir.

Fuente: Pagina Siete

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