Del Castillo: “La Policía estaba lista para disparar si Zúñiga intentaba detener a Luis Arce”
El ministro de Gobierno revela la preparación policial ante el riesgo de un golpe de Estado y advierte sobre la amenaza latente a la democracia.
4 de julio de 2024 (FmBolivia).- El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, reveló este miércoles 26 de junio, en conferencia de prensa, que durante el tenso ingreso del general Juan José Zúñiga al Palacio Quemado, un contingente de policías estaba listo para disparar si la situación se descontrolaba.
“Si en ese momento Zúñiga se animaba a detener al presidente de los bolivianos, este grupo iba a reaccionar. Es más, mi persona cuando se anoticia y estaba camino hacia la plaza Murillo, la Policía Boliviana me dice que estaba con todo listo para defender la democracia en nuestro país”, declaró Del Castillo.
El presidente Luis Arce había instruido a Del Castillo no desplegar personal policial en plaza Murillo ese día, para evitar un enfrentamiento más sangriento que los eventos de 2003 y para prevenir cualquier pérdida de vidas humanas.
Entre los uniformados dispuestos a intervenir se encontraban miembros del Grupo Especial de Acción y Reacción (GEAR), el Grupo de Reacción Inmediata (GRI), la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) y de Inteligencia.
“Hemos logrado desactivar un golpe de Estado en esta ocasión, no obstante, debemos decir al pueblo boliviano que el riesgo de un golpe continúa y se encuentra latente. Va a tratar de rearticularse en un futuro próximo y, evidentemente, estamos trabajando para que todos los miembros de esta organización criminal no queden impunes y así evitemos romper la democracia en nuestro país, evitemos una dictadura militar”, mencionó Del Castillo.
Según el nuevo organigrama presentado por el Ministerio de Gobierno, ya suman 70 las personas involucradas en los sucesos del 26 de junio en la plaza Murillo. Hasta el momento, se ha capturado a 23 personas, quienes ya fueron cauteladas, mientras que otras han declarado en calidad de testigos.
Esta revelación subraya la continua amenaza a la estabilidad democrática en Bolivia y el compromiso del gobierno de Luis Arce de mantener la paz y evitar cualquier intento de golpe de Estado que pudiera llevar al país a una dictadura militar.