Samuel Doria Medina acusa a Evo Morales de buscar el «desastre» para anular las elecciones

  • El candidato presidencial de Unidad denunció que el expresidente pretende boicotear los comicios para forzar un nuevo proceso electoral que le permita postularse, pese a su inhabilitación legal.

En un duro mensaje difundido este martes a través de sus redes sociales, Samuel Doria Medina, candidato presidencial de la alianza Unidad, acusó al expresidente Evo Morales de promover el caos en el país con el objetivo de anular las elecciones generales de este año y buscar una nueva contienda donde pueda participar.

Prensa Libre

«Evo Morales está apostando por lograr el desastre del país para que estas elecciones se anulen y, por alguna razón mágica, se llegue a otras en las que él será candidato», escribió Doria Medina. El líder opositor tachó la estrategia de «prepotente y caprichosa», comparándola con la actitud de «un niño que rompe el juguete en una rabieta». Además, subrayó que las aspiraciones del exmandatario son inviables: «Lo que sueña no es posible», sentenció.

La crítica surge en un contexto de tensiones políticas y protestas. Morales, impedido de postularse por sentencias constitucionales y sin un partido habilitado para inscribir su candidatura, enfrenta un escenario legal cerrado. Sin embargo, sectores afines a su movimiento han intensificado bloqueos en varias regiones, especialmente en Cochabamba, donde las movilizaciones han paralizado carreteras. Los manifestantes exigen la renuncia del presidente Luis Arce, alegando crisis económica, aunque el Gobierno rechaza estas justificaciones.

Según reportó El Deber, el ministro de Gobierno, Roberto Ríos, afirmó el lunes que las protestas buscan «boicotear las elecciones» para favorecer los intereses de Morales. «Solamente tiene la finalidad de que la candidatura de una persona, que está inhabilitada y además no tiene partido, se anteponga ante todo el sistema jurídico», declaró Ríos.

La situación ha generado un clima de incertidumbre en vísperas de los comicios, con el oficialismo y la oposición intercambiando acusaciones mientras crece el malestar social. La pulseada política no solo amenaza la estabilidad del proceso electoral, sino que evidencia las profundas fracturas dentro del propio Movimiento Al Socialismo (MAS).