«El presidente Arce quería entregar el gobierno a Zúñiga»: General Peña y Lillo se pronuncia desde la clandestinidad
El militar del servicio pasivo niega haber planeado un golpe y pide una investigación internacional sobre los hechos del 26 de junio
3 de julio de 2024 (FmBolivia).- En una entrevista con el medio ERBOL, el general del servicio pasivo, Tomás Peña y Lillo, rompió su silencio desde la clandestinidad, tras haber sido señalado por el Gobierno como el “principal buscado” por los hechos del 26 de junio en la plaza Murillo. Peña y Lillo ofreció su versión sobre los eventos previos a la toma de la plaza, su reunión con el general Juan José Zúñiga, y los rumores que circulaban en torno a las intenciones del entonces comandante del Ejército.
«Se hablaba mucho de que el presidente Arce quería entregar el gobierno a Zúñiga», comentó Peña y Lillo. El general explicó que estas especulaciones habían ganado fuerza semanas antes, debido a la conocida amistad entre Arce y Zúñiga y los problemas del Gobierno con la falta de combustible, dólares y la subida de precios.
Peña y Lillo señaló que, en dos ocasiones, escuchó versiones sobre una posible entrega del gobierno a los militares o a civiles, bajo el amparo de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, aclaró que nunca escuchó directamente de Zúñiga sobre tales planes, aunque ratificó que lo consideraba una posibilidad.
El general también expresó sus dudas sobre la naturaleza del evento del 26 de junio, sugiriendo que no se trató de un «golpe de Estado» debido a la hora de la movilización militar y la cantidad limitada de batallones involucrados. Relató que ese día fueron convocados los dirigentes del servicio pasivo a reunirse con Zúñiga, pero enfatizó que realmente no sabían con certeza cuál era el objetivo del jefe militar, quien insistía en tomar la plaza Murillo.
El Gobierno ha acusado a Peña y Lillo de participar en la planeación de la asonada militar, incluso señalando que figuraba en el presunto gabinete de Zúñiga como Ministro de Defensa. Sin embargo, Peña y Lillo negó estas acusaciones, explicando que ha decidido declararse en la clandestinidad para evitar ser objeto de un «show», donde los militares fueron presentados de forma indigna.
Finalmente, Peña y Lillo no aseguró que se haya tratado de un «autogolpe», pero hizo un llamado para que se realice una investigación internacional que esclarezca lo ocurrido el 26 de junio. La entrevista completa promete arrojar más luz sobre un evento que ha sacudido la estabilidad política de Bolivia y ha generado numerosas preguntas sobre la verdadera naturaleza de la crisis.