
Crisis Humanitaria en Malí: Casi un millón de niños en peligro de desnutrición
- El conflicto armado, desplazamientos internos y la falta de ayuda amenazan la vida de 200,000 menores.
En una alarmante situación que estremece al mundo, Malí se encuentra al borde de una tragedia humanitaria sin precedentes.
Según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cerca de un millón de niños menores de cinco años están en riesgo de sufrir desnutrición aguda, un destino desgarrador que podría cobrarse la vida de al menos 200,000 de estos inocentes infantes.
La crisis que asola Malí es el resultado de una concatenación de factores desgarradores. El conflicto armado, los desplazamientos internos y los problemas en la distribución de ayuda se han entrelazado, dejando a la población infantil en una situación crítica.
En la actualidad, aproximadamente una cuarta parte de la población de Malí se enfrenta a la inseguridad alimentaria en diferentes grados, desde moderada hasta aguda.
Sin embargo, el epicentro de esta angustia se encuentra en la región de Menaka, en el norte del país, donde más de 2,500 personas están al borde de la hambruna, una situación de desesperación que nunca se había vivido en esta magnitud.
La niñez maliense es la que paga el precio más alto en esta tragedia, con casi cinco millones de niños necesitando ayuda humanitaria urgente.
Esta cifra representa un aumento dramático de al menos 1.5 millones en comparación con los datos recopilados en 2020, subrayando la magnitud de la crisis.
El director ejecutivo adjunto de Acción Humanitaria y Operaciones de Suministros del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Ted Chaiban, ha emitido una advertencia urgente, señalando que Malí necesita «apoyo inmediato» para evitar una catástrofe humanitaria.
Hace hincapié en que, una vez más, son los niños quienes «están pagando el precio más alto por una crisis que ellos no han provocado».
Carl Skau, director ejecutivo adjunto y jefe de operaciones del Programa Mundial de Alimentos (PMA), se une al clamor de ayuda para Malí.
Afirma que el país africano merece «la atención que merece». En un mundo en constante agitación, Skau enfatiza que no tenemos el derecho de elegir a quién rescatar, pero sí tenemos el deber moral de unirnos para salvar y cambiar vidas.
Sin embargo, a pesar de la urgencia de la situación, la ONU enfrenta un desafío significativo en la recaudación de fondos. Este año, apenas ha logrado reunir el 21 por ciento de los 751.4 millones de dólares estadounidenses (aproximadamente 693 millones de euros) requeridos para su programa humanitario.
Tanto UNICEF como el PMA necesitan con urgencia 184.4 millones de dólares (170 millones de euros) para llegar a 8.8 millones de personas en 2023, incluyendo a 4.7 millones de niños y niñas que dependen de esa ayuda para sobrevivir.
La situación en Malí es un llamado urgente a la acción global. La vida de un millón de niños y la estabilidad de una nación entera están en juego, y es imperativo que la comunidad internacional se una para brindar el apoyo necesario y evitar una tragedia humanitaria de dimensiones desgarradoras.