
Harina de sangre, el fertilizante que reduce contaminación de mataderos
Es habitual el uso y consumo de harina de cereales, como el trigo, el maíz, avena, cebada, centeno y otros granos, pero es algo inusual y casi imposible de imaginar que exista harina elaborada con sangre bovina y porcina. El Matadero Municipal de Sacaba, en Cochabamba, ha logrado procesar esta plasma para convertirla en fertilizante, reduciendo la contaminación al medio ambiente, ya que antes se lo desechaba, sin ningún tratamiento, en cuencas que llegan al río Rocha.
Pero esta harina no es apta para el consumo humano, es más bien un fertilizante rico en aminoácidos, ideal como abono para plantas o alimento para las mascotas (perros y gatos), los peces y aves. Tiene una textura granulada similar a la arena, su color es rojizo oscuro y exhala un intenso olor a morcilla (embutido con base en sangre cocida).
Esta experiencia es única en Cochabamba, aunque mataderos de Sucre, Santa Cruz, Oruro y La Paz ya procesan la sangre –aunque su producción no suele ser continua- reduciendo los niveles de contaminación que generan los restos de los bovinos y porcinos, sobre todo porque la mayoría son desechados en cuencas, en los ríos, lagos, canales de desagües, alcantarilla o al suelo. “Muchos mataderos del departamento desechan la mayor parte de la sangre a las alcantarillas, lo que va, consecuentemente, al río. De ahí nace la idea de procesar la sangre bovina o porcina para obtener harina. Se recolecta casi el 80% de la sangre de los animales que son faenados en el matadero, entonces, el costo ambiental es mucho mayor. Dejamos de contaminar a las cuencas del municipio de Sacaba”, dijo Samuel Barja, administrador del Matadero Municipal de Sacaba.
Propiedades
Según el portal NutriNews.com, la “harina de sangre tiene una valor nutritivo alto” al poseer proteínas entre 75% y 85%, también tiene un alto coeficiente de digestibilidad de 99% superior a las harinas de pescado, de carne y hueso y de plumas. “La harina de sangre es rica es aminoácidos importantes para el desarrollo humano, como animal, tal cual como la lisina. Para destacar más aún la importancia de la sangre como alimento, podemos decir que se obtiene la misma cantidad de proteínas de un kilo de ella que de un kilo de carne”. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina precisa que es “una fuente pura de nitrógeno (13-0-0). Es un polvo seco derivado de la sangre de la vaca que se ha vaporizado o hervido para matar los patógenos y eliminar las impurezas. Proporcionará a los cultivos un impulso inmediato y continuará liberando N utilizable en el transcurso de varias semanas o meses”. La dirección de Desarrollo Productivo y Economía Plural de Sacaba envió las muestras de la harina al Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria y al laboratorio de la Universidad Mayor de San Simón para conocer sus propiedades.
Procesar la sangre bovina no es morosa ni complicada. Página Siete visitó el Matadero Municipal de Sacaba para conocer esta alternativa ecológica e innovadora que busca aprovechar los desperdicios de las vacas y los cerdos sacrificados en los mataderos. Según la explicación de Barja, primero se recolecta la sangre en turriles tras la faena del ganado (cada día se hace entre 200 a 300 litros), el líquido de esos recipientes es succionado por un motor hasta la plancha de distribución, donde la dispersa a unos tambores que funcionan con vapor caliente. Allí inicia la cocción por rotación a una temperatura que, dependiendo de la cantidad, puede variar entre 30 a 50 grados centígrados.
El tiempo de hervor ya está cronometrado y mientras más lento el cocimiento, es mayor, o si es rápido habrá más humedad.
“Los tambores son calentados por gas. Tenemos bombonas a una presión ya determinada. Son automáticos, se encienden cada vez que la presión baja y todo el tiempo están en funcionamiento. Mientras haya sangre seguirá funcionando de forma automática”, explica Barja.
Una vez que concluye la cocción, las planchas “van raspando la sangre” para trasladarla, en estado sólido, a “una cinta transportadora” hasta la moledora.
Finalmente, tras la molienda, se realiza el envase manual de la sangre (en bolsas de cinco kilos) ya convertida en harina. “Hay diferentes tamaños de molienda, nosotros usamos la más diminuta para que la harina sea más compacta. Una vez que ya esté envasada, la trasladamos al centro de bioinsumos, donde lo utilizan como fertilizante y abono, ya que tiene bastante nitrógeno y hierro”, afirma Barja.
Actualmente, la harina de sangre bovina es empleada en el Centro de Semillas de ese municipio. “En este momento lo estamos utilizando como un fertilizante para el alimento de las lombrices que tenemos en el Centro de Semillas, porque el Matadero Municipal se ha vuelto un productor de insumos para este centro ubicado en Chiñata. Ahora estamos llevando la harina de sangre en este estado para poder nutrir el humus de lombrices que producimos”, aclara José Bernardo Trujillo Castro, director de Desarrollo Productivo y Economía Plural de la Alcaldía de Sacaba.
Sobre el uso que se le da, Trujillo dice que “la harina de sangre se utiliza en todo tipo de alimentos balanceados, como las croquetas para perros, gatos y peces. Se pone de 15% a 20% esta harina en su elaboración”.
Sin mercado
La harina que procesan aún no puede ser comercializada ni ofrecida en el mercado interno debido a la falta de una reglamentación municipal, que está en análisis, que norme y regule su venta. Sin embargo, estiman que dentro de algunos meses será aprobada.
“No lo sacamos a la venta. Está en revisión nuestro reglamento para la venta, porque todo tiene que ser normado. La propuesta se encuentra en asesoría legal. Yo creo que en unos dos meses ya vamos a poder sacarlo a la venta”, dijo Trujillo.
Los principales mercados, asegura Trujillo, serían Santa Cruz, porque ahí elaboran alimento para peces, también en el Chapare y Beni, ya que en esas regiones crían peces, como el tambaquí.
En un recorrido por la calle 25 de Mayo, entre Uruguay y Punata, sector donde venden abono o fertilizantes, no se encontró harina de sangre. Las comerciantes reaccionaron extrañadas debido a que desconocían que ese polvo puede ser empleado como humus para las plantas.
“¿Qué busca señora? ¿Harina de sangre? ¿Eso existe? ¿Me dice que es abono para las plantas? Acá no vendemos eso, debe estar equivocada. No sé dónde vendan, pero acá sólo hay abono de la bosta de la vaca, también hay los ecológicos, como de aserrín, pero de sangre, no creo que exista”, asegura con asombro una comerciante de ese sector.
Entre los mataderos que producen esta harina está la Cooperativa de Proveedores de Carne de Chuquisaca, que desde 2018 procesa la sangre de los bovinos y porcinos en una cantidad de aproximadamente 30 toneladas al mes. También hay iniciativas en Santa Cruz y La Paz, aunque su producción no es continua.
Fuente: Pagina Siete