Toma de cuarteles y advertencia de las FFAA: el conflicto en el Chapare escala a niveles críticos

  • La crisis en el trópico de Cochabamba alcanza nuevas alturas con la intervención de grupos evistas, enfrentamientos y secuestro de armamento en el Chapare. Las Fuerzas Armadas advierten sobre la «traición a la patria» mientras las autoridades locales exigen apoyo militar a la causa.

El conflicto alentado por el evismo ha convertido al trópico de Cochabamba en un campo de enfrentamiento y alta tensión. En la localidad de Parotani, fuertes choques entre efectivos policiales y grupos bloqueadores han intensificado la situación, mientras en el Chapare se vive una escena aún más preocupante: grupos de manifestantes han tomado unidades militares con el propósito de apoderarse de armamento y municiones, en un hecho sin precedentes que agrava la crisis.

Prensa Libre

Esta mañana, el Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia emitió un comunicado alertando sobre la situación, señalando que “grupos armados irregulares” tomaron control de unidades militares en el trópico de Cochabamba, secuestrando a personal militar, armamento y munición. La declaración también subraya que aquellos que «tomen las armas en contra de la patria» estarían cometiendo una traición, además de constituir un alzamiento armado que amenaza la seguridad y soberanía del Estado.

Uno de los episodios más graves tuvo lugar en el regimiento Cacique Juan Maraza, donde se reportó que grupos vinculados al evismo retuvieron a al menos 20 personas como rehenes, además de incautar armamento y munición, situación que ha generado alarma en la región y las más altas esferas del poder.

Ante estos acontecimientos, las Fuerzas Armadas de Bolivia reiteraron su postura y advirtieron a quienes han participado en estos actos, instándolos a “deponer actitudes y abandonar las instalaciones cuartelarias de manera inmediata y pacífica”. En el comunicado, las FFAA recordaron que los soldados retenidos «son hijos del pueblo cumpliendo con su sagrado deber hacia la patria», enfatizando así el compromiso del personal militar.

Sin embargo, en el frente de los líderes locales del Chapare, la alcaldesa de Villa Tunari, Segundina Orellana, negó que se trate de una «toma» de las instalaciones militares. Orellana manifestó que la presencia de los manifestantes es una «vigilia» destinada a garantizar que los militares acantonados no actúen en contra de los pobladores, en caso de que el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, o el presidente Luis Arce ordenaran una intervención.

La alcaldesa, junto al comandante de la guarnición local y otros efectivos militares, aseguró que la población de Villa Tunari no pretende agredir ni tomar rehenes en los cuarteles, sino coordinar y evitar un conflicto violento en la zona.

La escalada de este conflicto refleja una profunda división y una tensión creciente en el país, con el trópico de Cochabamba convertido en uno de los epicentros de la crisis. Las advertencias de las Fuerzas Armadas resaltan la gravedad de los hechos y el riesgo de una posible confrontación a gran escala, mientras que el liderazgo local del Chapare continúa exigiendo apoyo a la protesta liderada por Evo Morales.