Desmanteladas redes de tráfico de droga: secuestros en España, Chile y Brasil
- En operativos recientes, autoridades reportan importantes confiscaciones de cocaína procedente de Bolivia en distintos países.
En las últimas horas se han dado a conocer tres casos de secuestro de grandes cantidades de droga provenientes de Bolivia en distintos países. Los operativos revelan la magnitud del tráfico de cocaína y la complejidad de las redes involucradas.
En España, la Administración de Aduanas ha incautado 478 kilos de cocaína en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas. Este hallazgo es considerado el más grande de los últimos años en el país. La droga fue descubierta en un vuelo procedente del aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz, transportada en una aeronave alquilada por la estatal Boliviana de Aviación (BOA) a la empresa española Wamos Air. Las autoridades españolas destacaron que es inusual encontrar droga en la carga aérea en lugar de las maletas de los pasajeros. Se ha iniciado una investigación judicial para determinar los responsables de este traslado ilegal.
En Chile, se ha desmantelado una banda criminal compuesta por bolivianos y chilenos que intentaba ingresar dos toneladas de droga desde Bolivia hacia la Región Metropolitana del país. El operativo liderado por el fiscal de Alta Complejidad y Crimen Organizado del Ministerio Público de Chile resultó en la confiscación de una carga valuada en 10 millones de dólares. Sorprendentemente, se descubrió que la banda era dirigida por un boliviano recluido en el penal de Alto Hospicio, en Chile.
En Brasil, las autoridades brasileñas y europeas lograron desmantelar una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína desde América del Sur hacia Europa. Se estima que esta red traficó más de 17 toneladas de droga. El valor de los bienes confiscados supera los 80 millones de euros. La droga era producida en Bolivia, transportada a Brasil en camiones por un proveedor paraguayo y luego enviada a Europa.
Estos casos de tráfico de droga evidencian la complejidad y la dimensión internacional del problema. Las autoridades de los países involucrados continúan trabajando de manera conjunta para desarticular estas redes criminales y evitar que la cocaína llegue a sus destinos finales, protegiendo así la salud y seguridad de la sociedad.