Beni tiene 18 muertos por cada 100 mil habitantes y La Paz uno
riamente tienen los mayores índices de letalidad. Ni Beni ni Santa Cruz –departamentos donde está el 86% de los infectados del país– tienen los porcentajes más altos de letalidad respecto a sus casos confirmados. El índice en Beni es del 5,21%, mientras que el de Santa Cruz es del 2,27%, el índice más bajo, sólo por encima del de Potosí (2,08%). En cambio, en Tarija, que registra 32 infectados, su índice de letalidad es del 9,37%, la cifra más alta del país. Le siguen Chuquisaca, con el 8%, y Oruro con el 7,37%. La Paz también tiene un elevado índice de letalidad respecto a sus casos positivos, con un 5,85%. Todos estos casos están por encima del promedio nacional. Los otros registran porcentajes menores.
El índice de letalidad respecto a los casos reportados es el que con mayor frecuencia manejan los gobiernos, incluido el boliviano, pese a que es el más débil en cuanto a rigor científico, precisamente por la escasez de pruebas. Muchos no tienen acceso a los tests, como el periodista Rubén Darío Méndez, que nunca pudo acceder a una prueba, a pesar del auxilio que pidió su familia y de todos los síntomas que presentó antes de morir.
La altura
Si bien Beni y Santa Cruz tienen las mayores cifras de muertos por cada 100 mil habitantes, son también los que tienen el mayor porcentaje de contagiados: el 86% del total. Y esta cifra tiene también relación con la cantidad de fallecidos: de los 310, en esos dos departamentos están 238, el 76,7% del total.
¿Y la altura? El dato que parece relacionarse más con la hipótesis de los beneficios de la altura es lo que muestran las cifras de contagiados en el país, que de cada 10, sólo algo más de dos están en el altiplano y valles.
¿Por qué las ciudades de altura están menos golpeadas?
Un hecho llama la atención en torno a la incidencia de la pandemia en poblaciones de la altura respecto a poblaciones de los llanos. ¿Por qué en la ciudad de El Alto hay tan pocos contagiados comparado con Santa Cruz y Beni, considerando que en la ciudad alteña la gente hizo su vida “casi normal” durante la cuarentena total?
Antes de la eclosión de los casos en Santa Cruz y Montero, la gente en esas ciudades hizo caso omiso de los llamados a quedarse en casa. En El Alto pasó lo mismo. Las ferias en la 16 de Julio eran casi normales todas las semanas, pero la realidad de El Alto comparada con la de Montero y Santa Cruz en torno a los casos de Covid-19 es distinta.
¿Tiene que ver la altura? En abril, médicos de varios países, entre ellos Bolivia, publicaron un ensayo en el que sostienen que las condiciones ambientales de lugares altos y la “aclimatación fisiológica” de sus habitantes disminuyen el predominio y el impacto del virus.
Para respaldar esta hipótesis, los expertos citaron los casos de Tíbet, Bolivia y Ecuador, donde sus ciudades altas registran menos casos positivos que las regiones más cercanas al nivel del mar.
Los expertos apuntan a condiciones como la sequedad del aire, el drástico cambio de clima durante el día y los altos niveles de radiación ultravioleta como factores que influyen en la capacidad de sobrevivencia del virus y en el grado de su capacidad para producir una enfermedad.
Pagina Siete