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Álvaro Cabezas, el médico que hizo de sus colegas su familia

Egresado de la Universidad Nuestra Señora de La Paz y con experiencia como director en varios centros de salud, Álvaro Cabezas (Sucre, 38 años), lleva más de un mes encabezando el centro de aislamiento de Covid-19 en el Hotel Real Plaza.

En ese tiempo atendió a más de dos centenares de pacientes y logró equilibrar su vida personal con la responsabilidad que supone este puesto de dirección.

Pero retrocediendo algunas semanas, la situación no estaba tan clara como ahora. Si bien el galeno no dudó seriamente aceptar el puesto, reconoció que en un principio sintió temor por el alto riesgo de contagio.

“Obviamente tuve mucho miedo a un inicio por la cantidad de casos que en aquel momento se estaban presentando, pues era muy elevado, y además por las historias que existían a nivel internacional de los médicos que se estaban enfermando y muriendo”, admitió Cabezas.

Con especial dureza le afectó la crisis sanitaria en Ecuador, lugar donde vivió algunos años al realizar su maestría en Gestión Municipal de Salud y donde identificó algunos conocidos que sufrieron la enfermedad y que incluso perdieron la vida a causa de ella.

Aún así decidió tomar el puesto motivado principalmente por la experiencia que suponía.

“Si me ofrecen algo y yo no lo hago, seguramente alguien lo hará y probablemente voy a perder la oportunidad de poder ganar la experiencia que eso representa”, apuntó. “Pese a que tuve mucho miedo de la responsabilidad que me estaban asignando y llegué a pensar en dar un paso al costado, en ese momento consideré que si me estaban asignando a mí la responsabilidad era porque estaban depositando su confianza en mí, entonces tenía que hacerlo”.

La dinámica diaria de Cabezas se divide en dos partes: por la mañana dirige el centro de aislamiento y por la tarde continúa con sus labores encabezando el Hospital Municipal Los Pinos. En el aspecto personal, la emergencia sanitaria lo ha forzado a autoaislarse y evitar el contacto con su familia.

“Por medida preventiva vivo solo. Si bien nosotros tenemos todo tipo de precauciones aquí en el centro, el más mínimo error puede llevar a que nosotros nos enfermemos”, señaló el galeno.

En total ya son 260 las personas que pasaron por el centro en el Hotel Real Plaza, entre sospechosos y casos confirmados. De ellos, 190 ya fueron dados de alta hasta ayer.

Cabezas confiesa que le invade una gran emoción cada vez que un paciente da el segundo negativo en Covid-19 y lo da de alta. Pero con especial cariño recuerda a una familia de tres personas que ingresaron al poco de inaugurarse el centro y fueron sus primeros pacientes.

“Era una mamá, un papá y una niñita de cinco años. La verdad es que nos conmovió mucho el ver a esta niña entrando por el túnel. (…) Pero cuando se la dio de alta fue una alegría tremenda. El poder ver a esa niña asustada, triste, que estaba ingresando por el túnel, salir completamente feliz y alegre”, recordó.

Algunas noches aún le gana la ansiedad al galeno, pero por el momento se apoya en el cuerpo médico que lo acompaña día a día. Muchos de ellos también son parte del Hospital Municipal Los Pinos, por lo que ya tenían una relación previa. Sin embargo, el doctor reconoció que ese vínculo se ha estrechado durante la pandemia.

“El estar en el centro de aislamiento ha hecho que nos conozcamos mucho mejor y podamos ser una familia. (…) El éxito de este centro se lo debo a ellos”.

Pagina Siete

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