Valiosa área forestal sin protección edil
FOGATAS FURTIVAS ACELERAN DETERIORO MEDIOAMBIENTAL.
Un equipo de prensa de EL DIARIO estuvo en el bosquecillo, donde se evidenció la tala de más de un centenar de árboles de eucaliptus que amenazan con provocar la “muerte” de esta área protegida, considerada la mancha forestal más grande y valiosa que tiene la urbe paceña.
En el recorrido por el bosquecillo, se pudo comprobar la presencia de espacios vacíos de forestación en un área de 500 metros cuadrados, desde el sector conocido como la “marmolera” (una antigua casa aledaña a la autopista donde se procede a cortar grandes bloques de piedra caliza) hasta la cancha de fútbol de Pura Pura.
Lamentablemente, vanos fueron los intentos de este medio por conversar con algún responsable del lugar, para establecer las causas que derivaron en la deforestación del área, toda vez que el lugar se encuentra en un completo abandono.
Inicialmente se talaron los árboles de eucaliptus para dar paso a la ampliación de la autopista y ahora todo hace ver que personas inescrupulosas, llegan hasta este lugar munidas de motosierras para extraer lo que queda de los árboles, sin control de ninguna autoridad.
Lo cierto es que se pudo evidenciar la presencia de parte de los tallos a lo largo de todo el bosquecillo, sin que ninguna autoridad de la Gobernación o de la Alcaldía pueda poner freno a ese extremo.
ABANDONO
Pero no solo es la deforestación que debilita la capa forestal de la zona, sino también la presencia de basura y escombros que convirtieron el lugar en un improvisado botadero de toda clase de desechos sólidos que debido a la descomposición también contaminan el ambiente con olores fétidos que se extienden por todo el lugar. En las proximidades existe un parque de niños y campos deportivos que cada fines de semana se congregan niños, jóvenes y adultos con fines deportivos.
Un efecto combinado de los problemas señalados es la contaminación ambiental y la ausencia de humedad en las áreas afectadas, lo que da lugar a la presencia de fogatas a manos de grupos vulnerables que frecuentan la zona.
El Diario