Tras fracaso en Legislativo opositores plantean unidad
Asambleístas nacionales de oposición que se vieron “frustrados” en las actividades que realizaron dentro de la Asamblea Legislativa (AL) por la imposición de la mayoría oficialista, plantean unidad frente a las elecciones generales de octubre de 2019, de lo contrario, aseguran que estarían entrando a una derrota segura.
La senadora de Unidad Demócrata (UD), Carmen Eva González, lamentó que pese a todas las acciones que llevaron adelante para evitar la promulgación de leyes que van en contra de la Constitución Política del Estado (CPE), no lo pudieron hacer debido al rodillo mayoritario del Movimiento Al Socialismo (MAS).
“Ha sido frustrante cuando el gobierno utiliza esa mayoría oficialista para aplastar la idoneidad a la representación a la legalidad y legitimidad. A través de leyes ha impuesto su dictadura”, explicó.
En tanto, el diputado de la alianza UD, Miguel Ojopi, aseguró que el mayor logro de la legislatura que culmina fue la promulgación de la ley que abroga el Código del Sistema Penal, que fue rechazado y cuestionado por varios sectores del país con movilizaciones y una huelga de legisladores de la oposición.
“Esta Ley 1027, en su artículo único, establece que se abroga la Ley N° 1005 de 15 de diciembre de 2017 Código del Sistema Penal”, refirió Ojopi.
Los diputados de UD Wilson Santamaría y Amilcar Barral, además del senador de UD, Yerko Núñez, coincidieron en que lo positivo de la gestión de la oposición fue la fiscalización que se hizo a diferentes proyectos que terminaron con interpelaciones a diferentes autoridades, lo lamentable – dijo Barral- es que por más razón que tenían siempre los ministros salían más fortalecidos y con vítores de por medio.
UNIDAD
Todos los opositores consultados por EL DIARIO, coincidieron que la unidad es la única manera de hacerle frente al binomio oficialista Evo Morales – Álvaro García, de lo contrario estarían entrando a una derrota segura.
La senadora Gonzáles manifestó: “La situación nos obliga a que la oposición tenga que unirse, la oposición unida y el pueblo unido con seguridad nos dará una victoria contundente ya ahí no habrá parlamento dividido, bloques de oficialistas que vayan a querer vulnerar el mandato constitucional y la voluntad popular. Si no nos unimos vamos a ir a una derrota”.
Barral aseguró que la única opción para hacerle frente al binomio oficialista es la unidad en la oposición y que ésta debe llevar un solo candidato, dejando de lado intereses personales o de grupo.
En criterio de Núñez, los opositores debieran seguir la línea Samuel Doria Medina y manifestar su apoyo al mejor contendor en las próximas justas electorales.
DIVISIÓN
En ese contexto, el analista Iván Rada explicó que los procesos electorales en Bolivia desde 1951, pero sobre todo a partir del retorno de la democracia, han tenido como característica la presencia de innumerables partidos políticos en competencia.
“Las estadísticas electorales nos demuestran que en toda elección se forjan tres grupos de bolsones electorales: Los que llegan al poder, sea a la Presidencia en el Ejecutivo o la representación legislativa; los que en término medio logran curules y mantienen su sigla; y los que no tienen posibilidades y quedan archivados en los registros del Tribunal Supremo Electoral (TSE)”, explicó.
Según su análisis, la dispersión mínima arriesga una victoria e incluso la segunda vuelta.
Explicó que el riesgo en esta elección es que la dispersión del voto evite un triunfo opositor, pero incluso arriesgue la segunda vuelta, porque el MAS solo necesita un nicho de 40 por ciento y tener diez puntos de diferencia con el segundo frente para mantener la Presidencia y el poder.
“Los porcentajes mínimos que puedan obtener las tiendas minoritarias debajo del 3% parece poco, pero en la suma porcentual quitan chance a los frentes con posibilidades reales”, manifestó.
¿La solución? Que la oposición deje de lado la “política criolla, pensando en lograr al menos dos diputados y con eso negociar cuotas de poder en el Legislativo”.
BINOMIOS
Un cálculo realizado por el portal Visor Bolivia, en base a las encuestas preelectorales y los primeros sondeos realizados a poco más de un mes, de las elecciones primarias del 27 de enero de 2019, muestra que la dispersión de la oposición no alcanza para ganar en primera vuelta e incluso arriesga la posibilidad de forzar una segunda vuelta electoral.
La CPE establece que la Presidencia del Estado se logra mediante 50 por ciento de los votos más 1, es decir 51%, o con 40% y una diferencia de al menos diez puntos.
Evo Morales con todo el aparato del MAS, logró llegar al poder en 2005 con 53,72% de los votos siendo el primer partido en superar ese margen para evitar los pactos que se realizaban en el Congreso Nacional.
El 2009 Morales ya como mandatario llegó al 64,22% en su primera reelección.
El 2014, con una polémica habilitación del Tribunal Constitucional Plurinacional, el MAS llevó a su caudillo a una segunda reelección con 61,36% de los votos.
Pese a la restricción constitucional del artículo 168 que establece: “El periodo de mandato de la Presidenta o el Presidente y de la Vicepresidenta o Vicepresidente del Estado es de cinco años, y pueden ser reelectas o reelectos por una sola vez de manera continua”, el régimen de Evo Morales ha activado otra interpretación, con el mismo TCP de 2014, para interpretar el Pacto de San José de Costa Rica y declarar los “derechos políticos” del mandatario por encima de la CPE.
En ese sentido, a días de conocer el resultado del 21 de febrero de 2016, los medios de comunicación y las empresas encuestadoras lanzaron a Morales como candidato.
En ningún caso, desde entonces, el mandatario/candidato nunca bajó del 35% de intención de voto, hasta que la presión de las plataformas ciudadanas y la irrupción de Carlos Mesa como postulante hicieron que la última encuesta publicada le dio 27%.
El Diario